San Alberto Hurtado

Alberto Hurtado Cruchaga nacido en Viña del Mar, Chile, el 22 de enero de 1901. Quedó huérfano de padre a la edad de 4 años. Su madre se vio obligada a vender en condiciones desfavorables su propiedad para pagar las deudas de la familia. Como consecuencia de ello, Alberto y su hermano debieron ir a vivir con parientes, y a menudo a transferirse de uno a otro de ellos. Así experimentó desde pequeño la condición de los pobres, sin casa y dependiendo de otros. Una beca le permitió estudiar en el Colegio San Ignacio de Santiago. Aquí se hizo miembro de la Congregación Mariana (lo que hoy son las Comunidades de Vida Cristiana, CVX) y como tal se interesó vivamente por los pobres, yendo a trabajar con ellos a los barrios más miserables todos los domingos por la tarde.

Terminados los estudios secundarios en 1917 quiso hacerse jesuita, pero le recomendaron postergar la realización de su deseo con el fin de que se pudiera ocupar de su madre y su hermano menor. Trabajando por las tardes, logró mantener a los suyos y al mismo tiempo estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica. En este período continuó dedicándose a los pobres, a quienes seguía visitando cada semana. El deber del servicio militar le hizo interrumpir sus estudios, pero luego pudo graduarse al inicio de agosto de 1923.

El 14 de este mes entró al Noviciado de la Compañía de Jesús en Chillán, Chile. En 1925 se trasladó a Córdoba, Argentina.

En 1927 fue enviado a España para realizar sus estudios de filosofía y teología. Sin embargo, la expulsión de los jesuitas de este país en 1931 le obligó a partir a Bélgica y continuar la teología en Lovaina. Allí fue ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1933. En 1935 obtuvo el doctorado en Pedagogía y Psicología. Después de realizar la experiencia de Tercera Probación en Drongen (Bélgica), regresó a Chile en enero de 1936.

Una vez que volvió a su patria, su celo apostólico se fue extendiendo paulatinamente a todos los campos. Comenzó su actividad como profesor de Religión en el Colegio San Ignacio y de pedagogía en la Universidad Católica y el Seminario Pontificio. Escribió varios artículos sobre educación y acerca del orden social cristiano. Construyó una casa de Ejercicios Espirituales en un pueblo que hoy lleva su nombre. Fue director de la Congregación Mariana de los jóvenes del colegio, a quienes invitó a ser catequistas en medios populares. Dio Ejercicios Espirituales en incontables ocasiones. Fue director espiritual de muchos jóvenes, acompañando a varios en su respuesta a la vocación sacerdotal, y contribuyendo notablemente a la formación de muchos laicos cristianos.

En 1941 el Padre Hurtado publicó su libro más famoso: «¿Es Chile un país católico?». En el mismo año se le confió el cargo de Asesor de la rama juvenil de la Acción Católica de la Arquidiócesis de Santiago, y al año siguiente, de toda la nación. Desempeñó el cargo con extraordinario espíritu de iniciativa, dedicación y sacrificio.

En octubre de 1944, mientras daba un retiro, sintió una imperiosa necesidad de llamar a la conciencia de sus auditores acerca de la necesidad que pasaban muchos pobres en la ciudad, y en especial muchos niños que vivían en las calles. Esto despertó una pronta reacción generosa. Fue el inicio de la iniciativa que ha hecho más conocido al P. Hurtado: se trata de aquella forma de actividad caritativa que ayuda a gente sin techo, dándole no sólo un lugar para vivir sino un verdadero hogar: el Hogar de Cristo.

A través de la contribución de benefactores y con la activa colaboración de laicos comprometidos, el Padre Hurtado abrió una primera casa de acogida para niños, luego una para mujeres y otra para hombres. Los pobres comenzaron a tener en el Hogar de Cristo un ambiente de familia en el cual vivir. Estas casas se fueron multiplicando y adquiriendo nuevas formas y características: en algunos casos se convirtieron en centros de rehabilitación, en otros, de educación artesanal y muchos otros. Todo se inspiraba en los valores cristianos, que empapaban la obra entera.

En 1945, el P. Hurtado viajó a Estados Unidos, y estudió cómo adaptar al país el movimiento «Boys Town». Los últimos años de su vida los dedicó al desarrollo de las varias formas en las que el Hogar de Cristo había llegado a existir y operar.

En 1947 fundó la Asociación Sindical Chilena (ASICH), con el objetivo de promover un sindicalismo inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia.

Entre el 1947 y 1950 escribió tres importantes libros: Sindicalismo, Humanismo Social y El Orden Social Cristiano en los Documentos de la Jerarquía Católica. En 1951 fundó la Revista Mensaje, conocida revista de los jesuitas chilenos dedicada a dar a conocer y explicar la doctrina de la Iglesia.

Un cáncer al páncreas terminó con su vida en pocos meses. En medio de los grandes dolores solía repetir: «Contento, Señor, contento».

Después de haber pasado su existencia manifestando el amor de Cristo a los pobres, fue llamado por Él el 18 de agosto de 1952.

Desde su regreso a Chile vivió solamente poco más de quince años: fue un tiempo de intenso apostolado, expresión profunda de su amor personal por Cristo y, precisamente por eso, caracterizado por una gran dedicación a los niños pobres y abandonados, por un celo ardiente por la formación de los laicos, y por un vivo sentido de justicia social cristiana.

El Padre Hurtado fue beatificado por Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994.

Las frases del Padre Hurtado

"¿Sabes el valor de una sonrisa? No cuesta nada, pero vale mucho. Enriquece al que la recibe, sin empobrecer al que la da. Se realiza en un instante y su memoria perdura para siempre."

 

 "Joven, reflexiona sobre los beneficios que Dios ha acumulado sobre ti, piensa ante el Sagrario: ¿qué ha hecho Cristo por mí?, ¿qué he hecho yo por Cristo?. ¿Qué puedo hacer por Cristo?."

 

"En Dios me siento lleno de una esperanza casi infinita. Mis preocupaciones se disipan. Se las abandono. Yo me abandono todo entero entre sus manos. Soy de Él y Él tiene cuidado de todo y de mí mismo. Mi alma por fin reaparece tranquila, serena."

 

"¿Qué significa amar? Amar no es vana palabra. Amar es salvar y expansionar al hombre. Todo el hombre y toda la humanidad. Entregarme a esta empresa, empresa de misericordia, urgido por la justicia y animado por el amor."

 

"La Virgen es la Madrecita: Ámala con toda el alma, es la madre de Cristo y la dispensadora de todas las Gracias. Entrégate a ella para que te guíe hacia Dios, siéntete como un niñito a su lado. Es nuestra Madre."

 

"Buscar la paz en la amistad de Aquél que aunque todo el mundo nos abandone no nos abandonará."

 

"Humildad es ponerse en su sitio, tomar todo su sitio, reconocerse tan inteligente,tan virtuoso, tan habil como uno cree serlo; darse cuenta de la superioridad que uno cree tener, pero sabiéndose en absoluta dependencia ante Dios."

 

"El pagano sólo piensa en Dios en el sitio de culto, mientras para el auténtico cristiano el mundo entero es un lugar de oración."

 

"La misión del apóstol se puede comparar a la de aquel hombre que en una ciudad sitiada por el enemigo y a punto de perecer de sed sus habitantes, se encuentra dueño de la vida o de la muerte de sus habitantes. Él conoce una corriente de aguas subterráneas que puede salvar sus hermanos; es necesario un esfuerzo para ponerla a descubierto. Si él se rehúsa ese esfuerzo perecerán sus compañeros. ¿Se negará al sacrificio?."

 

“El gran apóstol no es el activista, sino el que guarda en todo momento su vida bajo el impulso divino. Cada una de nuestras acciones tiene un momento divino, una duración divina, una intensidad divina, etapas divinas, término divino. Dios comienza, Dios acompaña, Dios termina.”

 

"Soy con frecuencia como una roca golpeada por todos lados por las olas que suben. No queda más escapada que por arriba. Durante una hora, durante un día, dejo que las olas azoten la roca, no miro el horizonte, sólo miro hacia arriba, hacia Dios."

 

"La única espiritualidad que nos conviene es la que nos introduce en el plan divino, según mis dimensiones, para realizar ese plan en obediencia total."

 

"La alegría o el dolor, es siempre la visita de Dios."

 

"Y, darse a los hermanos, ¿no es acaso darse a Cristo? Mientras más amor hay, más se sufre: el deseo de hacer siempre el bien, de socorrer a los desgraciados, de siempre enseñar y siempre adaptar la verdad cristiana, todo esto no se puede realizar sino en ínfima medida."

 

"La misión de la Patria queremos cumplirla, nos sacrificaremos por ella. Nuestros Padres nos dieron una Patria libre, a nosotros nos toca hacerla grande, bella, humana, fraternal. Si ellos fueron grandes en el campo de batalla, a nosotros nos toca serlo en el esfuerzo constructor."

 

"El que ha mirado profundamente una vez siquiera los ojos de Jesús, no lo olvidará jamás."

 

Ante todo... Contento Señor Conento!

 

"Nosotros podemos, como Judas, traicionar la causa de Cristo, y lo haríamos cada vez que no defendiéramos a Jesús en el terreno en que es atacado."

 

"(...)Si hay un pobre que sufre injusticias, tengo una obligación con él. Tengo una deuda de la que no puedo declararme libre hasta que la haya pagado."

 

"Ser apóstoles no significa llevar una insignia en el ojal de la chaqueta. No significa hablar de la verdad, sino vivirla, encarnarse en ella, transubstanciarse –si se puede hablar así– en Cristo. Ser apóstol no es llevar una antorcha en la mano, o poseer la luz, sino ser la luz."

 

(Al conocer su enfermedad) "¡Cómo no voy a estar contento! ¡Cómo no estar agradecido con Dios! En lugar de una muerte violenta me manda una larga enfermedad para que pueda prepararme, no me da dolores, me da el gusto de ver a tantos amigos, de verlos a todos. Verdaderamente, Dios ha sido para mí un Padre cariñoso, el mejor de los padres."

 

"La función de María es ser Madre de Dios, y su gracia es para nosotros lo que funda nuestra esperanza, ya que la preferida de Dios es mi Madre."

 

"Dios ha querido, al crearnos, que nos santificáramos. Éste ha sido el motivo que explica la creación: tener santos en el mundo, tener hijos de Él en los cuales se manifestaran los esplendores de su gracia. Ahora bien, ¿cómo santificarse en el ambiente actual si no se realiza una profunda reforma social?"

"Y ese llamado de Dios, que es el hilo conductor de una existencia sana y santa, no es otra cosa que el canto que desde las colinas eternas desciende dulce y rugiente, melodioso y cortante. Llegará un día en que veremos que Dios fue la canción que meció nuestras vidas. ¡Señor, haznos dignos de escuchar ese llamado y de seguirlo fielmente!"

 

"No criticar a mis hermanos, velar sus defectos, hablar de sus cualidades. Hablar siempre bien de los Superiores y de sus disposiciones. Hablar siempre bien de mis hermanos, disculpar sus defectos, poner de relieve sus cualidades."

 

"No todo es Viernes Santo. ¡Resucitó Cristo, mi esperanza! «Yo soy la Resurrección» (Jn 11,25). Está el domingo, y esta idea nos debe de dominar. En medio de dolores y pruebas...optimismo, confianza y alegría. Siempre alegres: Porque Cristo resucitó venciendo la muerte y está sentado a la diestra del Padre."

 

"La vida ha sido dada al hombre para cooperar con Dios, para realizar su plan; la muerte es el complemento de esa colaboración, pues es la entrega de todos nuestros poderes en manos del Creador. Que cada día sea como la preparación de mi muerte, entregándome minuto a minuto a la obra de cooperación que Dios me pide, cumpliendo mi misión, la que Dios espera de mí, la que no puedo hacer sino yo."

 

"La devoción a la Virgen: tierna y sencilla, como un hijo con su madre. Es nuestra madre: el Escapulario, la medalla, el Rosario, el recurso filial a María, modelo y apoyo de mi pureza."

 

"(...)Si miráis, como seguramente lo hacéis con cariño, la obra de Dios en la naturaleza: el cielo estrellado en las noches, la cordillera cubierta de nieve, o los campos de verdura, os preguntaréis: ¿Por qué es esto tan bello?. Y la respuesta es siempre la misma: Porque hay alguien que nos ha amado, como el mejor de los padres ama a sus hijos y ha querido darnos un mundo bello."

 

"Una de las primeras cualidades que hay que devolver a nuestros indigentes es la conciencia de su valor de personas, de su dignidad de ciudadanos, más aún, de hijos de Dios"

 

"La pobreza religiosa no consiste en no tener recursos, sino en tener la garantía de que éstos no van a faltar, no para mí, sino para la obra de Dios."

 

"Cuando Dios ha sido hallado, el espíritu comprende que lo único grande que existe es Él. Frente a Dios, todo se desvanece: cuanto a Dios no interesa se hace indiferente. Las decisiones realmente importantes y definitivas son las que yacen en Él."

 

"Felizmente, el alma humana no puede vivir sin Dios. Espontáneamente lo busca, como el heliotropo busca el sol."

 

"¿Queremos solucionar los problemas del mundo? Acerquémonos a la Eucaristía. El mundo está mal, porque falta amor; la Eucaristía es puro amor, amor que se inmola, amor que se anonada."